ACADEMIA NACIONAL DE ESTUDIOS POLÍTICOS Y ESTRATÉGICOS

Académicos de la ANEPE expusieron ante expertos internacionales en ciclo virtual “En Radar” de las fundaciones Konrad Adenauer y Embajada Abierta

La Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos (ANEPE) participó en el ciclo de sesiones académicas virtuales “En Radar: tendencias de defensa y seguridad en la pospandemia”, organizado por la Fundación Konrad Adenauer (KAS) y Embajada Abierta, que entre los días 8 y 12 de noviembre analizó en profundidad los desafíos que estos temas presentan frente a un sistema internacional en transformación.

Olaf Jacob, director de la Fundación Konrad Adenauer junto al embajador Jorge Argüello, presidente de la Fundación Embajada Abierta, fueron los encargados de inaugurar la primera jornada con “El Mundo Post Covid: ¿más seguro?”.  A través de la plataforma Zoom, expertos en defensa y seguridad de América Latina y el mundo analizaron diversos temas relacionados con la Ciberseguridad, Armas Autónomas, Industria Satelital y CTO.

La Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos fue representada por los profesores Rodrigo Vargas  en la mesa 1 sobre Ciberseguridad; Miguel Navarro en la mesa 2: Armas Autónomas; y Óscar Rosas en la mesa 4: Crimen transnacional organizado.

MARCO JURÍDICO EN TEMAS CIBERNÉTICOS

Según el profesor de la ANEPE, Rodrigo Vargas Varas, el tema de la ciberseguridad “posee un componente muy complejo desde el punto de vista geopolítico, esencialmente por la presencia de Estado-Naciones poderosos como elementos de apoyo a grupos delictuales cibernéticos que operan en la región en pos de sus intereses privados y estatales”.

Además, agrega que “como ha quedado demostrado con varios incidentes incluso ocurridos en Chile, ello se ha amplificado por el bajo nivel de estructuración de los marcos jurídicos regionales que en general aún están muy incipientes en lo referente a la protección de datos personales, castigo y coordinación regional.

¿QUIÉN ES EL RESPONSABLE?

El profesor Miguel Navarro Meza, analizó cómo el tema de las armas autónomas se ha posicionado en los últimos 10 años en la agenda internacional y que presenta importantes desafíos desde lo jurídico hasta lo político: “son pocos los sistemas de armas en la época moderna que han tenido un impacto público más allá del mundo militar. En primer lugar, las armas nucleares durante la Guerra Fría; y, actualmente, las armas autónomas”. 

El académico de la ANEPE atribuye a la industria cinematográfica norteamericana el interés generalizado por el tema, ya que “sabido es que Hollywood ha contribuido a esto con películas como ‘Yo, Robot’ o la serie ‘Terminator’ que han tenido un efecto en cómo el público percibe estos sistemas autónomos que son capaces de matar sin corazón, fríamente, y que han sido programados para eso”.

Sin embargo, el dilema principal que se presenta con los sistemas autónomos es que “el derecho moderno es conducta humana, no está concebido para regular otro tipo de conductas, ni animales ni a la inteligencia artificial” y, por lo tanto, en estos casos “separa la decisión humana de una decisión autónoma, letal. Entonces, el problema es cómo regular un sistema sin que haya intervención humana, ni en la conducta ni en la voluntad”.

DEBILIDAD ESTATAL ANTE EL CTO

El académico Óscar Rosas Bahamonde expuso en la mesa sobre Crimen transnacional organizado, desde la perspectiva de seguridad multidimensional y sus efectos en los Estado Nación.

La distinción fundamental que existe entre crimen común y el denominado crimen organizado, es que “este último plantea al aparato estatal y a la sociedad en términos de gobernabilidad, al grado que en muchos países la criminalidad organizada ha sido ubicada, al menos en alguna de sus variantes, como una amenaza a la seguridad nacional, que requiere de respuestas extraordinarias y efectivas”, explicó.

Entre las razones por las que los Estados son renuentes a desarrollar formas novedosas de combate a este fenómeno, es que implica una redefinición del concepto tradicional de soberanía y principio de territorialidad de la Ley, lo cual requiere “coordinación interagencial efectiva entre los países”.

Entre otros tópicos, abordó el que “este fenómeno delictivo transnacional aumente su capacidad para generar inestabilidad en las estructuras de cada gobierno, dado que la evidencia existente sugiere que el crimen organizado ha logrado adaptarse a la globalización de manera más exitosa que los estados-nación y que buena parte de su poder reside en esta capacidad de acoplamiento”.

Finalizó su exposición, haciendo presente que “el fortalecimiento de los grupos criminales está directamente vinculado al proceso de globalización en todas sus dimensiones y que resulta evidente que la existencia de Estados con instituciones débiles y sociedades permisivas a las conductas ilegales es campo fértil para el desarrollo de la actividad criminal”, y, por consiguiente, el problema de fondo es que “aunque algunos Estados sean muy eficientes en su control, la debilidad en otros provoca que éste se siga fortaleciendo”.

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